¿Gigafactoría de Tesla al sur de la frontera?
¡Ay, caramba! ¿Te acuerdas de la Gigafactory en México? ¡Vaya chasco! Parece que a nuestro querido Elon le han dado con la puerta en las narices con sus planes.
Todo empezó con bombo y platillo, como mariachi en viernes. Tesla anunció la Gigafactory México en marzo de 2023, prometiendo construirla más rápido que pedir "dos cervezas, por favor". Estaban súper entusiasmados, hablando de un año de construcción, igualito que con la Gigafactory de Shanghai. Pero de repente, ¡pum! Se acabó la fiesta.
A finales de 2023, Tesla frenó en seco, ¡peor que un luchador contra las cuerdas! Dijeron que era por la economía global, que tenían que apretarse el cinturón y centrarse en la Gigafactory de Texas. Pero seamos sinceros, ¡olía a pescado podrido!
¿Te acuerdas del candidato presidencial que no paraba de hablar de poner aranceles a las importaciones mexicanas? Sí, ese que ahora es el presidente número 47. Bueno, pues resulta que Musk financió su campaña, así que seguro que le salió rentable. ¿Coincidencia? No lo creo. ¿Fue una buena inversión? ¡Claro que sí! Al menos para Elon.
Ahora, el ministro de Economía de México, Ebrard, está más perdido que un chihuahua en un tianguis. Intenta entender qué pasa con la Gigafactory ahora que ya ganó las elecciones ese candidato. Quiere hablar con Musk para que le aclare las cosas. ¡Mucha suerte con eso, amigo!
Lo que pasa es que Tesla ya dio un giro de 180 grados con sus planes de producción. Primero querían construir su nuevo Robotaxi y otros modelos económicos en la Gigafactory México usando su proceso "unboxed". Pero ahora, han tirado esos planes a la basura y se están centrando en sus modelos 3/Y en sus fábricas actuales.
¿Y qué significa esto para México? Pues que los engañaron. Gastaron un dineral en carreteras y en mejorar la red eléctrica para la Gigafactory. Pero ahora, parece un pueblo fantasma. Es como pedir un plato gigante de enchiladas y acordarte de que eres intolerante a la lactosa.
Sinceramente, no apostaría ni un peso a que la Gigafactory México vea la luz pronto. Tesla ya no la necesita. Y con ese presidente, construir algo en México para vender en Estados Unidos es tan atractivo como una cruda de tequila.
Pero a lo mejor me equivoco, ojalá. Quizás Musk saque un conejo de la chistera y nos sorprenda a todos. Al fin y al cabo, este es el tipo que lanzó un coche al espacio. Pero hasta entonces, mantengo mis expectativas más bajas que la espalda de un campeón de limbo.
La saga de la Giga México es una historia de intriga política, incertidumbre económica y una buena dosis de Muskadas. No te pierdas el próximo capítulo, donde a lo mejor vemos a Elon montado en un burro por las calles de Nuevo León, repartiendo disculpas y tacos gratis. O a lo mejor no.